Cincos años del retorno del Oso Hormiguero al Iberá
El 20 de mayo del año 2007 arribaba a la estancia Rincón del Socorro, en la Reserva Natural Iberá, el primer ejemplar de oso hormiguero gigante que pisaba suelo correntino en décadas. Desgraciadamente, este raro y espectacular mamífero se había extinguido de Corrientes en la segunda mitad del siglo pasado.
A principios del nuevo milenio quedaban lejos los relatos de D’Orbigny en los que describía la captura de uno
de estos animales en el estero Pucú, en el noroeste de Iberá, en 1828. O la noticia de un ejemplar cazado cerca
de los esteros Batel y Batelito en la década de 1950. El oso hormiguero había desaparecido no sólo de los paisajes
correntinos, sino de la memoria de la mayoría de sus habitantes.
Pero algo comenzó a cambiar esa mañana de mayo de hace cinco años. Una osa procedente de Palpalá
(Jujuy), bautizada por los niños del vecino paraje Ugua-í como “Ivoty Porá” o Flor Linda en idioma guaraní, salía
de un gran cajón de madera y comenzaba a olisquear la tierra del Iberá en busca de hormigas y termitas. Pronto
la acompañó un macho llamado Preto, el cual había sido donado por la Dirección Nacional de Fauna y el Zoo
Florencio Varela. Luego siguieron años de esfuerzos buscando animales que pudieran ser llevados a Corrientes,
creando acuerdos de colaboración con autoridades de seis provincias, pasando noches de desvelo cuidando
ositos huérfanos cuyas madres habían sido matadas por cazadores, o de tratando de curar a animales adultos que habían sido atropellados o heridos en provincias vecinas. Pero estos esfuerzos fueron dando gradualmente su fruto.
Para agosto del 2012, después de cinco años de esfuerzos continuados se han liberado en el Iberá un total
de 26 osos hormigueros procedentes de Santiago del Estero, Jujuy, Salta, Formosa y Chaco. De estos animales,
sabemos que entre 18 y 20 de ellos viven todavía en Iberá. Además, sabemos que cuatro de las hembras
liberadas han dado a luz a nueve crías. Y esperamos que otras hembras más jóvenes se sumen a este grupo
de “osas madres”. De manera lenta, pero segura, el oso hormiguero o yurumí está regresando al Iberá. Incluso en
los últimos dos años ya han sido varios guardaparques y turistas que se han encontrado con estos animales en los
alrededores de Colonia Carlos Pellegrini. Una de las mejores noticias posibles ha sido comprobar que Ivoty Porá
ha tenido recientemente a su cuarta cría nacida en vida libre. ¡Qué gran madre!
El oso hormiguero es sólo una de las cinco especies de grandes mamíferos que se extinguieron de Iberá y
Corrientes. A éste se suman el pecarí de collar, el tapir, el lobo gargantilla y el yaguareté. Además, estaría el caso
del venado de las pampas cuya población ha quedado restringida a la región de los bañados del Aguapey, al
noreste del Iberá; conservada gracias a los cuidados de los estancieros de esa zona. Por esto, desde el Proyecto Iberá de CLT estamos comprometidos a hacer todo lo posible para que el Iberá pueda volver a contar con todas
las especies de fauna que desaparecieron de su territorio.
Por esto llevamos tres años reintroduciendo al venado de las pampas en la lomada de San Alonso, cerca de
Concepción. Y estamos esperando la autorización de las autoridades de la provincia para poder empezar gradualmente a recuperar la presencia del pecarí de collar y el yaguareté en la región.
Todo esto puede tomar entre 15 y 20 años de trabajo. Queda un largo camino por delante. Pero, mirando
hacia atrás, a lo conseguido con estos primeros cinco años de esfuerzos con el oso hormiguero, nos sentimos
motivados para continuar por este largo camino destinado a recuperar el patrimonio natural y cultural de tantos
correntinos y argentinos.
Por todo esto, en los próximos meses estaremos realizando
exposiciones fotográficas, charlas y actividades destinadas a celebrar el quinto aniversario del retorno del
oso hormiguero al Iberá. Finalmente, queremos agradecer a las decenas de instituciones públicas—incluyendo
a dos gobiernos sucesivos en Corrientes—y privadas, y ciudadanos particulares que nos han ayudado. Sin su
energía y apoyo no hubiera sido posible el retorno del oso hormiguero al Iberá.
FUENTE: Proyecto Iberá – Boletín de los Esteros Nª 14