Técnicos de CLT viajan a la India para aprender sobre la conservación del tigre y su potencial como herramienta de desarrollo local

A finales del mes de julio Sofía Heinonen (Presidenta de CLT Argentina y Coordinadora general del Proyecto Iberá) e Ignacio Jiménez Pérez (Coordinador de Recuperación de Fauna Amenazada para CLT) viajaron a India para reunirse con profesionales locales y visitar reservas naturales dedicadas a la conservación del tigre.

El motivo principal de la visita era aprender de la experiencia de más de cuatro décadas de este país en lo que se refiere a manejar a este gran carnívoro, y así identificar ideas que puedan servir para promover la conservación del yaguareté—el equivalente ecológico y cultural del tigre en América Latina—a nivel local.

La India se presenta en este sentido como un ejemplo único a nivel mundial. Que un país que es un poco mayor que la Argentina y alberga 26 veces más personas (su población total es de 1,100 millones de habitantes), sea a su vez capaz de albergar 1700 tigres es algo cercano al milagro. Más aún cuando la India lleva casi una década con un crecimiento económico del 9% anual, posicionándose como una de las futuras potencias globales.

Mientras, en Argentina con mucho más espacio, menor presión de crecimiento económico y todavía con una renta per cápita muy superior, apenas logramos que queden 200 yaguaretés en nuestro territorio. Por todo esto, los técnicos de CLT viajaron a la India para tratar de entender las claves que puedan explicar esta paradoja: el país más poblado del mundo está logrando conservar la mayor población del felino más grande.

Durante este viaje pudieron visitar el Parque Nacional Ranthambore. Los datos encontrados fueron esclarecedores. Gracias a la adecuada conservación de su población de tigres, este parque se ha convertido en uno de los mejores lugares del mundo para que los turistas vean este bello felino. Como resultado de esto, en los últimos 30 años el número de visitantes al Parque Nacional Ranthambore ha pasado de 10,000 a 200,000 por año. La población de tigres ha respondido en paralelo: en los años 70 se estimaba que habían 17 tigres, en los 80 unos 40, y en los 90 la población disminuyó a unos 25 como resultado de unos años de mala gestión por parte de los funcionarios a cargo. En la actualidad se estima que tienen 48 tigres en una reserva de tan sólo 39,200 ha.

El parque maneja cupos de visitación estrictamente controlados para evitar que el turismo se salga de control. Además de esto, las autoridades estatales (el equivalente a las provincias en Argentina) pagan compensaciones inmediatas a los vecinos de la zona en caso de pérdidas por culpa de los tigres. Esto tiene sentido económico porque los ingresos logrados por el turismo son más de 10 veces superiores a lo que se debe pagar por daños al ganado.

Como resultado de estos esfuerzos el 70-80% de la economía local depende del turismo asociado a los tigres y se estima que 7000 personas dependen directamente de esta actividad, mientras que el efecto multiplicador sobre la economía local se dice que es nueve veces mayor. Gracias a la adecuada protección de su población de tigres, Ranthambore ha podido donar un ejemplar para que sea reintroducido en la cercana reserva de Sariska.

Durante el viaje, también se pudo visitar el hasta ahora exitoso proyecto de reintroducción de tigres del Parque Nacional Panna. En ese parque nacional los técnicos de CLT fueron recibidos por el director de la reserva, Shri R. Sreenivasa Murthy. Mr. Murthy resultó ser un ejemplo de funcionario público comprometido con su trabajo, trabajador, exigente y altamente conocedor de todos los detalles biológicos, políticos y sociales del proceso.

Murthy contó los detalles de la esperanzadora historia del retorno de los tigres a Panna.

El parque nacional consta de un área núcleo de 54,300 ha rodeada por un “área buffer” (i.e. santuario) de 7800 ha. En los años 90 y principios de los 2000 había una población bastante buena de tigres. Entre 2005-2008 la falta de liderazgo—cuando no abierta corrupción y colusión de los responsables de la reserva con los cazadores y los compradores de productos de tigre, tal y como se muestra en diferentes artículos de prensa— supuso la extinción total de la especie en Panna.

En 2008 el gobierno nacional en Delhi y las autoridades del estado asumieron que la extinción de los tigres era una vergüenza para el gobierno estatal (según palabras del propio funcionario) y decidieron cambiar a las autoridades a cargo de la reserva y poner un nuevo equipo a cargo. Desde el principio el proyecto de reintroducción se organiza como una iniciativa conjunta del Estado de Madhya Pradesh y la National Tiger Conservation Authority del gobierno nacional, contando con apoyo científico del Wildlife Research Indian Institute y cierto apoyo financiero extra de la ONG internacional WWF. Como resultado de la colaboración de estas instituciones y del trabajo de decenas, sino cientos, de personas, en poco más de años, el Parque Nacional Panna pasó de tener 0 tigres a tener 15 animales, liberando tan sólo cuatro hembras y un macho, y teniendo tres camadas sucesivas de crías.

Lo técnicos de CLT han vuelto inspirados de su viaje a la India, convencidos de que si se trabaja duro, y se logra la colaboración de instituciones públicas y privadas, se puede lograr la recuperación del yaguareté en Iberá y otros lugares de la Argentina. Todo esto para el beneficio no sólo de nuestro patrimonio natural sino también de las miles de personas que pueden trabajar en el turismo que se desarrolla alrededor de estos carismáticos animales.

FUENTE: Proyecto Iberá – Boletín de los Esteros Nº 14

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