Nunca quiso navegar en kayak?
Recuerde. Cada vez que vio a alguien en un lago tranquilo y espejado, paseando lentamente en un kayak, usted pensó: algún día voy a ser yo. Y es muy simple hacerlo. Y muy divertido y seguro. Ideal para hacer en familia. Una actividad que combina la paz mas absoluta con el placer de poder transportarse sobre el agua.
Navegar en kayak en los lagos del sur. Si bien el kayak ya tiene sus años en la región, es una de las actividades que ha ganado más seguidores en los últimos tiempos. Todo esto gracias a los guías profesionales que acompañan, conocen y saben aconsejar para que la experiencia sea aún más gratificante.
El escenario sorprende a más de uno y se localiza al pie de las montañas patagónicas con una serie de lagos de origen glaciario que tienen un denominador común: la pureza y transparencia de sus aguas. Hay muchas alternativas para aprovechar tanta naturaleza, y una de ellas también es remar, remar en un kayak simple o doble.
Siendo inexperto, la primera sorpresa que uno tiene al subir por primera vez a un kayak es la gran estabilidad de la embarcación. De a poco y siguiendo las instrucciones del guía, se va tomando confianza y con el pasar del tiempo vamos descubriendo nuestras capacidades, obteniendo una gran satisfacción personal y logrando una mayor conexión con la actividad.
Los puntos de partida son variados, de acuerdo al prestador, al recorrido y a la duración de la excursión, que puede ser de apenas unas horas a travesías de varios días. Sin embargo, el preferido de los lagos es el Gutiérrez, a tan sólo 11 kilómetros de Bariloche. Es justamente su localización al pié del Cerro Catedral, lo que permite que el lago esté al reparo de los vientos dominantes, obteniendo por un lado aguas más calmas para la navegación, y por otro lado espectaculares panorámicas del Cerro Otto y del Cerro Ventana.
Para todos los paseos hay un común denominador: la increíble vista desde el agua hacia el bosque y las playas. Otra cosa que sorprende son las variaciones en las tonalidades de azul y celeste que tiene el agua a medida que nos acercamos o alejamos de la costa.
Descubrir nuevos lugares siempre tiene su atractivo, especialmente si sentimos que somos unos de los pocos privilegiados en poder arribar y descender en las pequeñas bahías para bañarnos, tomar sol y reponer energías compartiendo algo para tomar y comer antes de emprender el regreso. Incluso hay salidas que permiten acampar y pasar la noche, para regresar a la mañana bien temprano. Los servicios tienen un costo a partir de los 250 pesos con traslado, equipo y merienda en un paseo de mediodía.
Remar en las aguas del sur, es una experiencia única, y compartir estas sensaciones entre familiares y amigos le agrega un condimento que hace que el paseo quede grabado en el corazón por mucho tiempo.
Entre tantas opciones de excursión es importante que tenga en cuenta al momento de contratar un paseo que un prestador de servicios de la ATAP (Asociación de Turismo Activo de Patagonia) es garantía de calidad.
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FUENTE: EMPROTUR – Bariloche