Bajar de peso mejora el humor y el coeficiente intelectual

El ayuno terapéutico es una herramienta médica con beneficios múltiples para el individuo y su salud.

El “ayuno terapéutico” es una herramienta utilizada en personas con exceso de peso que se han sometido ya a varios tratamientos de descenso de peso y no han logrado controlar su enfermedad.

Este “recurso”, que no consiste en quedarse sin comer sino en ingerir por día menos de 300 calorías sólidas o líquidas, se constituye así en una opción médica que se sustenta sobre indicaciones muy concretas para pacientes que cumplen con los requisitos necesarios para su aplicación.

“Su aplicación está indicada en aquellos casos en los que el descenso de peso es urgente, ya sea por haberse producido en el paciente una descompensación en su hipertensión arterial, o al haber surgido un problema severo de artrosis, o al haberse detectado una crisis de apnea del sueño que ponga en riesgo su salud inmediata. En otras palabras, el ayuno terapéutico es la opción más indicada cuando el tiempo apremia y la baja de peso es imprescindible”, explica el doctor Rubén Salcedo, Director Médico de Sanatorio Diquecito.

Para ser segura, esta práctica debe ser supervisada por especialistas ya que cuando se interrumpe totalmente la ingesta, el organismo sufre también la pérdida de nutrientes vitales. Uno de esos nutrientes son las proteínas, supliendo el cuerpo esta falta a partir del a partir del consumo de sus propios recursos del tejido muscular.

“Siendo el corazón un músculo, este órgano tan estratégico puede sufrir una pérdida de proteínas que puede conllevar al riesgo de arritmias cardíacas mortales. Por eso es peligroso suprimir totalmente la ingesta de ciertas sustancias fundamentales, por lo que el ayuno sin indicación y supervisión médica puede dejar de tener todos los beneficios buscados, tornándose en un factor nocivo para la salud”, señala el especialista.

Además el paciente puede sufrir pérdida de potasio, baja en la presión arterial, cálculos renales, entre otros efectos secundarios por lo que Salcedo advierte: “Por normas internacionales, está totalmente contraindicado tanto el ayuno como cualquier dieta de menos de 800 calorías diarias en forma ambulatoria, y estos tratamientos deben realizarse necesariamente en instituciones preparadas para tal fin”.

Las ventajas del “ayuno proteico”

“Dentro de la categoría de ¨ayunos¨, existen los llamados ¨ayunos proteicos¨ o ¨proteinados¨, que responden a la modalidad que utilizamos en Sanatorio Diquecito”, expresa su director médico. Estos ayunos son aquellos en los que a los pacientes se les restringe todo tipo de alimentos excepto las proteínas, las cuales se suministran en una dosis muy pequeña pero suficiente para que la persona no se descompense ni lleve a que sus músculos pierdan sus proteínas propias.
En un ayuno proteico bien diseñado, se provee al paciente por vía oral una cantidad de proteína de alto valor biológico. Esto se puede hacer a través de un preparado alimentario o farmacológico.

“Este tipo de ayuno se está realizando en unas pocas instituciones importantes a nivel mundial -además de en Sanatorio Diquecito- como por ejemplo en España y en Alemania. Su utilización está ganando fuerza frente a las dietas convencionales, cuyos resultados son más lentos y no siempre la salud permite esta espera”, expone Salcedo.

La gran ventaja del ayuno proteico es que a las 24 a 48 horas de comenzarse, el apetito desaparece. Según explica el doctor, esto se debe a que “el organismo comienza a producir cuerpos cetónicos como la acetona, sustancia que inhibe la sensación de hambre y lleva a la persona a sentirse muy confortable”.

Otra de las grandes ventajas del ayuno proteico es que el 75 por ciento del peso que se pierde corresponde a grasa y no a líquidos ó proteínas, como ocurre generalmente con las “dietas mágicas”. Paralelamente, se disminuye drásticamente el colesterol malo, aumenta el colesterol bueno, y se estabilizan los niveles de glucosa.

Como resultado, se logra una pérdida de peso que va entre el 1,5 kilo a los 2 kilos semanales, pudiéndose alcanzar los 500 gramos por día. “En definitiva, es un descenso un 30% superior al de otras dietas, en poco tiempo y con la gran ventaja de que principalmente se elimina grasa corporal”, afirma Salcedo.

En cuanto a los plazos, un ayuno terapéutico efectivo debe realizarse por un mínimo de 10 a 14 días. El tiempo máximo establecido puede llegar hasta las 12 semanas, pero sólo en casos de personas con un grado alto de obesidad, no en pacientes con menor tasa de sobrepeso.

El “ayuno proteico” de Sanatorio Diquecito

Sanatorio Diquecito ofrece así una nueva alternativa a aquellos pacientes que padecen de exceso de peso. Para ello se requiere que la persona disponga de un mínimo de 10 a 14 días para estar en Diquecito, donde los especialistas médicos valorarán si el paciente cumple con todos los requisitos para el tratamiento de ayuno proteico. De ser así, éste realizará un ayuno totalmente suplementado y supervisado por un equipo multidisciplinario de médicos especializados en las áreas de nutrición, diabetología, psiquiatría, con soporte de psicología, educación física y fisioterapia.

Al margen de los logros en el descenso de peso, el paciente también recibirá una serie de pautas que le permitirán lograr una reeducación que le posibilite cambiar hábitos de vida y lograr resultados sostenibles en el tiempo.

“El paciente debe entender que la obesidad es una enfermedad crónica, no transmisible; es decir que es una afección que no tiene cura. Por ello a partir del ayuno, éste debe comprometerse con el cuidado posterior en sus comidas, y con la realización de actividad física de por vida”, finaliza el doctor Salcedo.

Otros beneficios del ayuno proteico

– Produce un marcado y rápido descenso de peso.
– Se elimina una gran cantidad de grasa abdominal, que es la más peligrosa desde el punto de vista médico.
– El coeficiente intelectual también mejora. Hay pacientes que se sienten más despejados desde el punto de vista intelectual y con un mejor rendimiento.
– El paciente, en general, comienza a sentirse mucho más ágil, porque el perder peso rápidamente hace que la persona esté mucho más liviana.
– El colesterol bueno mejora y el colesterol malo baja.
– En personas con problema de acné se produce una mejora en el cutis.
– La persona mejora su humor. Esto se debe a que se comienza a descansar mejor, a que el paciente se siente más liviano y a que tiene menos pesadez estomacal.

FUENTE: Sanatorio Diquecito