Nos describe Borges
En 1973, en la revista Gente, Borges dijo: «Creo que el porvenir de la patria está en todo su territorio, pero también creo que ese porvenir, esencialmente, está en el sur, en la Pampa y en la Patagonia. Creo que el futuro de la Argentina está allí»
Unos años antes, en 1968, la Dirección Nacional de Turismo le había pedido a Borges unos textos sobre distintos sitios turísticos del país *. Sobre Bariloche el texto comienza asi «La región lacustre argentina, revelada hace medio siglo, difiere de todas las demás. Es una insospechada Suiza secreta, perdida hacia el sudoeste en los contrafuertes de la Cordillera de los Andes. El clima es frío, la vegetación milenaria; los bosques silenciosos y solitarios se detienen en lagos quietos que espejan la nieve de los cerros espléndidos al sol.»
Vale la pena rescatar algunas descripciones, que puestas en la pluma del autor de «El Libro de Arena», nos prestigian.
«La Isla Victoria está cubierta de cipreses y de coihues, varias veces centenarios, y de arrayanes fríos y eternos.»
«Cerca de la ciudad está el Cerro Catedral, apto para el arriesgado vuelo del ski, y ofrece desde su cima una increíble imagen de belleza; el lago, las islas, la ciudad, los bosques, el cielo y todos los colores en el aire seco y liviano de la montaña.»
«Hacia el oeste, entre picos nevados y macizos boscosos, se destaca El Tronador. Bordeando el lago Gutiérrez y el Mascardi, camino a El Tronador, se pasa por el Balcón, un mirador natural y altísimo sobre el Mascardi, cuya perspectiva serena el alma. Después de cruzar Pampa Linda se llega al pie de El Tronador, comienzan los ventisqueros del Río Manso, dolorosamente blancos unos, y negros otros pocos, por los filones de hierro.»
«El lago Nahuel Huapi es navegable. Lento y plácido, el barco entra en los brazos más lejanos, de La Tristeza y Puerto Blest, verdes paredes que se elevan centenares de metros y oscuros caminos que sólo conocen los ciervos».
Aquí vivimos. Con bosques silenciosos, arrayanes fríos y eternos, con todos los colores en el aire seco y liviano, con ventisqueros dolorosamente blancos y oscuros caminos que solo conocen los ciervos.
El mundo borgiano repleto de espejos, arena y tiempo, nos incluye y nos describe, Para placer de quienes quieran visitarnos.
*Jorge Luis Borges. Textos recobrados. 1956-1986 .
FUENTE EMPROTUR BARILOCHE