Barceló Málaga, la elección 360º para city breakers sin tiempo que perder
Porque a esta clase de turista no le sirve cualquier hotel, el establecimiento más urban de Málaga demuestra por qué cumple a rajatabla con el decálogo de los viajeros que no se andan con rodeos
Julio de 2014. Para empezar deberíamos preguntarnos: ¿Quiénes son los city breakers? Con las ciudades europeas como objetivo, esta categoría de turistas se caracterizan por dedicarse, bien por placer o por trabajo, a visitar nuevos destinos en un periodo de tiempo corto que oscila entre 2 y 5 días. O para resumir: el huésped target del Barceló Málaga.
Urbanitas selectos, foodies que se cuidan y coolturetas conscientes de que actualmente Málaga es el polo cultural más candente del sur de España, así son los city breakers que visitan el establecimiento más cool de la ciudad. Una elección que no es aleatoria, pues para este tipo de viajeros su tiempo es su bien más preciado y una ciudad tan vibrante, ¡no hay un minuto que perder! Comenzando por su estratégica ubicación en plena estación de AVE María Zambrano para no perder tiempo en desplazamientos, y donde desayunar en el hotel ya es un verdadero ritual tanto para huéspedes, como para viajeros, quienes por 15€ pueden hacer un Breakfast Deluxe alejado del triste café al que solían condenar este tipo de lugares de tránsito.
Un Conserje 2.0, máquina de pijamas, entradas express durante el check in y afterworks en clave veggie
Pensando en el ritmo de viaje de los city breakers, el hotel ofrece la máxima agilidad posible a la hora de que los más hipsters encuentren sus planes ideales. Un concierto indie un domingo por la noche, la programación del Centro de Arte Contemporáneo o un plano de la galería al aire libre en que se ha convertido el SOHO de Málaga, pueden ser encontrados fácilmente gracias a su Conserje 2.0. Un curioso ‘extra’, que surge de la colaboración con el Ayuntamiento de Málaga, y que a modo de iPhone gigante permite al viajero consultar cualquier cosa que desee. Una búsqueda que completar incluso en el mismo momento de la llegada, pues durante el check in el hotel puede gestionar cualquier entrada los principales museos y atracciones de la ciudad.
Una oferta que se completa en su espectacular lobby de diseño o en su terraza cromática con su nueva carta, perfecta para el afterwork, y plagada de delicias veggies y cócteles que, junto a su EDHA (Escultura Deslizante para Humanos Atrevidos), el tobogán de 6 metros que conecta la primera planta con el B-Lounge, y su máquina de pijamas ideada para que estos viajeros puedan viajar ligeros de equipaje, convertirán las estancias de los city breakers en experiencias turísticas dignas de anotar en su Moleskine.
FUENTE: GRUPO BARCELÓ
