La punta del Obelisco se mudó al MALBA
Forma parte de una intervención artística que permite conocer el interior del monumento y descubrir su vista aérea.
Desde ayer, la cabeza del monumento más emblemático de la ciudad descansa en la entrada del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), donde todos los vecinos pueden visitarla para conocer su interior y la vista de Buenos Aires que se obtiene de ese punto.
La desaparición de la punta del Obelisco forma parte de La democracia del símbolo, nombre que el artista argentino Leandro Erlich eligió para su nueva obra, que brinda a las personas la posibilidad de conocer desde adentro un monumento que originalmente no fue construido para ser visitado. Esta iniciativa fue posible gracias a la articulación entre el artista, el MALBA, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la empresa Fate.
La obra consta de dos partes. Por un lado, la intervención directa sobre el Obelisco, cuya cúspide fue ocultada usando un capuchón de dos toneladas, hecho con una estructura de hierro y un revestimiento muy similar al hormigón original, para simular así su desaparición. Por el otro, su reproducción a escala real, que puede ser visitada para disfrutar de las cuatro vistas aéreas que se podrían ver desde allí arriba.
La réplica permanecerá hasta marzo en la explanada del MALBA, en Figueroa Alcorta 3415, para que los visitantes puedan experimentar qué se ve desde sus ventanas, a través de filmaciones que Erlich registró en altísima calidad, que se repiten en un loop de 20 minutos. La entrada es libre y gratuita.
El Obelisco
El Obelisco fue construido en 1936 por el arquitecto modernista Alberto Prebisch. Desde entonces, es punto de reunión, celebraciones y manifestaciones populares. Ha sido inspiración de innumerables proyectos artísticos de fotógrafos pioneros como Grete Stern y Horacio Coppola –quien registró su construcción en un film–, Marta Minujín y Leandro Katz, entre muchos otros.
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FUENTE: GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
FOTOS: Giovanni Saccheto / MAyEP
