Cádiz: magia por descubrir
Recientemente Cádiz ha lanzado la campaña “Magic” que muestra que la provincia de Cádiz es un destino turístico donde disfrutas tengas la edad que tengas, vayas en pareja, en familia o con amigos, te guste el turismo de costa o el de interior, el turismo activo o el turismo cultural y que te sorprende porque ofrece mucho más de que lo se ve a primera vista.
“Magic” recorre la provincia con quienes se adentran en la naturaleza, en los pueblos, en el deporte y en muchas actividades de ocio, encontrando en la provincia un destino de calidad, lujo y tranquilidad.
Quienes visiten están tierra serán protagonistas de un viaje único por los rincones de una tierra que sorprende, te colma de sensaciones y te hace disfrutar de la vida.
Fundada hace unos 3.000 años por los fenicios, Cádiz es la ciudad más antigua de Occidente. Los diferentes pueblos que aquí se asentaron dejaron una impronta cultural que perdura en el carácter de los gaditanos. Esta península, en pleno litoral atlántico conocido como La Costa de la Luz, ha sabido conservar un importante legado histórico fruto de su importancia comercial junto a excelentes playas y una exquisita cocina regional.
Cádiz sale de algún modo de la ruta clásica andaluza y sorprende a quien ansía ver más allá.
Pasear por sus calles estrechas, adoquinadas, cargadas de historia pero llenas de vida, bares de tapas, mercados con productos del mar es toda una experiencia para los sentidos.
Dicen que es un trozo del Caribe situado en el sur de Europa. Más bien fue Cádiz quien trasladó parte de su fisonomía a La Habana, San Juan de Puerto Rico o Cartagena de Indias. Si eres amantes del sol, en la franja de más de 100 km que va desde la capital hasta el Estrecho de Gibraltar, están algunas de las mejores palyas de Europa; Sancti Petri, con grandes urbanizaciones de lujo y campos de golf, los pueblos marineros de Conil, Barbate, Zahara de los Atunes; la joya de Vejer, considerado uno de los pueblos más bonitos de España y las playas vírgenes de Bolonia, con ruinas romanas incluidas, o la meca de los surfistas en Tarifa.
Puedes visitar la Torre Tavira, donde el vigía de la ciudad observaba la llegada de las flotas procedentes de América. Desde allí también contemplar la ruta de los Pueblos Blancos: un rosario de pequeños pueblos que deslumbran por su blancura sobre el intenso verde de la Sierra de Cádiz.
Perderse por pueblos de fantasía como Grazalema, Zahara de la Sierra, Benamahoma o Setenil de las Bodegas es entrar en un reino desconocido a los sentidos. Para terminar el paseo, nada mejor que disfrutar de los intensos aromas de los afamados mundialmente vinos de Jerez, en una de las muchas bodegas a visitar en la ciudad de los vinos, los caballos y el flamenco.
La provincia de Cádiz no ofrece un monumento icónico atiborrado de turistas porque la provincia es en sí misma un monumento, un pequeño continente en miniatura que sorprenderá a cualquier viajero que se salga de las rutas clásicas.
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FUENTE y FOTOS: Gisela Gallego / Consejería de Turismo de España en Argentina