Graciela Fresno, presidente de FEHGRA: «El Gobierno sabe que el estado del sector es crítico y que la ayuda tiene que estar»
Graciela Fresno, Presidenta de FEHGRA, trazó un estado de situación sobre la actualidad de los hoteles y espacios gastronómicos durante la pandemia, la situación complicada por la que están atravesando, la cantidad de establecimientos que cerraron sus puertas y los que podrían hacerlo si el Estado no continúa con la ayuda.
La pandemia del COVID-19 ha afectado muchas actividades de la economía, pero sin lugar a dudas el turismo -con la hotelería y la gastronomía incluidas- ha sido una de las más perjudicadas. Con la llegada de la temporada estival hay cierto movimiento pero aún las perspectivas según el índice de reservas no marca la tan esperada tendencia a la alza para la recuperación económica tras 10 meses de inactividad. Graciela Fresno, presidente de FEHGRA, comentó: «Si bien es cierto que los números del coronavirus mejoraron, la situación que FEHGRA representa -que son la hotelería y la gastronomía- es crítica. Hemos hecho los relevamientos mensuales y lo último que hemos sacado ahora en el mes de noviembre es que la mayoría de los hoteles en el país siguen estando cerrados. El que está abierto trabaja al 6.7% de ocupación y la gastronomía trabajando a un 35% de promedio. Es una situación muy compleja: más del 90% declaran que están absolutamente endeudados y que no pueden subsistir si se les quita lo que hasta ahora hemos venido teniendo como ayuda, que fueron las ATP».
Esta situación ha agravado aún más dos años donde el turismo nacional no obtuvo los resultados esperados. «Veníamos de un 2018 y 2019 difíciles, y el coronavirus, la pandemia y el aislamiento terminaron por estropear todo. Hoy en día la situación es muy crítica. Ahora empezamos una temporada de de verano que va a ser difícil, distinta de todas las que se han vivido en la historia. Esa pequeña bocanada de aire que se le pueda dar al sector va a ser para algunos destinos porque no todos los destinos, ni todas las ciudades, ni todas las localidades de todas las provincias de la República Argentina tienen temporada estival. Hay muchos lugares, como la Capital Federal (que no recibe turistas en los meses de enero y febrero sino que es su época baja) y lo mismo en otros lugares en el país. Y para los destinos que sí reciben turistas en verano, esta temporada tampoco va a ser como el resto de los años: hasta la semana pasada en algunos lugares de la Costa Atlántica había un porcentaje de reservas de hasta un 40%, no va a ser una temporada exitosa. Por supuesto que esto será mejor que no tener nada, pero tampoco es la panacea».
A pesar de la inversión del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación con algunas iniciativas como la del programa PreViaje, la incertidumbre sobre los requisitos de ingresos a distintos destinos o la falta de información oficial hasta entrado el mes de diciembre, dio como resultado una muy baja contratación. Graciela Fresno indicó: «Hicimos ese relevamiento también y el último resultado arrojó que un 34% hizo la venta de hotelería con PreViaje en el país. Es muy poco para una herramienta bien pensada que pretendía ser importante e interesante, pero hay una gran incertidumbre y preocupación por parte de la gente, que no se volcó masivamente a buscar esa herramienta».
Con este panorama, el sector de la hotelería y la gastronomía necesita continuar recibiendo las ayudas por parte del Estado. «Nosotros lo venimos diciendo: si en nuestro sector no hay ATP, los cierres se irán contando por centenas, será un desastre. Tenemos una Ley de Sostenibilidad del sector turístico que tiene vigencia hasta el 31 de diciembre, por lo tanto tendríamos garantizado el ATP hasta esa fecha. Pero después del 1º de enero vamos a estar igual que hoy, con lo cual estamos pidiendo la prolongación de los ATP. Hemos hecho una nota y un pedido de audiencia al Jefe de Gabinete porque está en sus manos eso, explicándole que la situación de nuestro sector sigue siendo crítica y va a seguir siendo crítica. Para poder tener movimiento en los hoteles es necesaria la presencia del turismo, y el turismo extranjero no está. El año pasado recibimos 7 millones de turistas internacionales en la Argentina y este año desaparecieron. El año próximo, hasta que no se normalice el mundo con el tema de la vacuna, tampoco va a estar», explicó la presidente de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina, y aclaró el panorama del turismo nacional: «El movimiento interno no alcanza pero además tampoco está liberado: no es que la gente viaja tranquilamente por el país. La hotelería depende de eso porque trabaja con el flujo turístico nacional e internacional, y ambos están afectados seriamente».
Las cifras son alarmantes: por la pandemia hasta el momento se han perdido 225.000 empleos en el sector, que repercute fuertemente en la economía nacional. «A la gente que quede en la calle por el cierre de la empresa, el Estado tendrá que asistirla de alguna manera. Entonces, más vale que el Estado asista a la empresa para que no tenga que cerrar en lugar de hacerse cargo de un desocupado más. Creo que es la lógica que habría que aplicar. Y estamos hablando de un sector que es crítico y el Gobierno lo sabe, al igual que los organismos internacionales y el resto de los países que también están pasando por esto y entienden que la ayuda al sector hotelero-gastronómico tiene que estar».
Es importante recordar que un emprendimiento hotelero o un emprendimiento gastronómico tiene gastos fijos, cargas sociales, impuestos y un conglomerado de cosas que hace muy difícil poder mantener sin ingresos y, sobre todo, después de tantos meses de no tener actividad. «El hotel que está cerrado desde el 30 de marzo (que hay muchos en esa condición) no ha facturado un peso desde ese momento y sin embargo tuvo que pagarle al personal (aún con los ATP hay una parte que hay que pagar), hay que pagar los servicios, el ABL, los arreglos de las cosas que se rompen, hay un montón de gastos aún con la puerta cerrada para mantener las estructuras. Entonces, si además de todo esto, el Estado nos quita las ATP que es la mayor ayuda que teníamos para poder pagar salarios, y no tenemos forma de despedir al personal ni de suspenderlo o echarlo por por causa de fuerza mayor y existe una doble indemnización, a ver cuál dice que es la fórmula para resolver este tema», expresó Fresno.
Esperamos que el Estado tome cartas en el asunto. El turismo, la hotelería y la gastronomía son importantes fuentes de trabajo, muchas pequeñas y medianas empresas que con esfuerzo apuestan por la actividad y generan empleo genuino. Y en esta oportunidad necesitan de la ayuda estatal para mantenerse en pie.
