#RecorriendoAndalucíaenAuto

#Sevilla #Intensamente #ViveAndalucía

 

Llegamos a Sevilla, última parada de este recorrido por diferentes destinos de Andalucía. Una ciudad que cautiva, en la que se conjuga la historia, el patrimonio, las tradiciones y costumbres andaluzas en su máximo esplendor, el flamenco, la gastronomía, la forma de ser del sevillano apasionado por su tierra.

La zona de su casco histórico es de alguna forma un museo al aire libre con hermosos monumentos, edificios, plazas. Y algo que la caracteriza y la distingue es que se respira bienestar en sus calles, en sus plazas, en sus espacios abiertos y terrazas, y en esto tiene que ver la manera de vivir y sentir del habitante de Sevilla, siempre hospitalarios, apasionados y alegres.

El turismo en Sevilla crece año tras año, con constante afluencia de visitantes nacionales e internacionales que se incrementa partir de marzo, antes de la Semana Santa, una fecha que aquí se vive con el fervor religioso y fuerte sentimiento de las hermandades y cofradías que sacan en procesión antiquísimas esculturas desde las iglesias para  recorrer las calles de la ciudad hacia la Catedral, seguidos por los fieles y devotos, en una mística que envuelve todo el entorno, algunas con sus profundos silencios pero también otras con las emotivas saetas dedicadas al Nazareno. Sin dudas, la Semana Santa es una oportunidad más para visitar Sevilla y experimentar toda la vivencia de esta emocionante celebración que ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Turismo vacacional, de estudios, MICE: todas las tipologías de turismo tienen su lugar en Sevilla, una de las ciudades más importantes de España turísticamente hablando, que ofrece innumerable cantidad de atractivos y una importante infraestructura de servicios, en la que se sugiere destinar varios días para recorrer y conocer con un poco de profundidad.

 

Durante la mañana visitamos el centro de esta encantadora ciudad junto a la guía turística Marina Benítez Sánchez, quien nos mostró los monumentos arquitectónicos más importantes del casco histórico. Una excelente profesional y muy cálida persona que nos ha asistido en nuestras primeras horas en Sevilla.

Nos acercamos a la Plaza del Triunfo, el triángulo monumental que es Patrimonio de la Humanidad desde 1987, donde convergen la Catedral de Santa María de la Sede, el  Real Alcázar y el Archivo de Indias, uno de los puntos turísticos más relevantes de esta ciudad que, en su esplendor del siglo XVI, era la capital más importante del mundo.

Esta plaza es un punto neurálgico para los turistas, pero ha sido centro importantísimo de la ciudad que cambió la historia: es la Milla Cero de la Primera Vuelta al Mundo cuando Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano zarparon por el río Guadalquivir hacia Sanlúcar de Barrameda y desde allí a mar abierto, al Atlántico, un 10 de agosto de 1519, en una gesta de excepcional audacia.

Antiguamente se la denominaba Plazuela de La Lonja, cuenta con un templete con el Niño y la Virgen del Triunfo, obra de José Tomás Zambrano, símbolo de agradecimiento por la protección divina que tuvieron los habitantes en 1755 cuando un terremoto sacudió Lisboa y muchas otras localidades de la península ibérica sufrieron sus terribles consecuencias. Hacia principios del siglo XX la Plaza del Triunfo fue remodelada bajo el proyecto de Juan Talavera y Heredia, incorporando el Monumento a la Inmaculada Concepción, obra de Lorenzo Coullat Valera (1918).

El Archivo de Indias, antigua Casa Lonja de Mercaderes, es un fastuoso edificio de estilo manierista que se construyó en el siglo XVI, en donde se registraron y guardaron documentos sobre los acuerdos mercantiles y de navegación y lo relativo al Consejo de Indias sobre la administración de las nuevas tierras colonizadas por los españoles.

 

El Real Alcázar de Sevilla es una residencia de los monarcas, conjunto de palacios de diversos estilos (romano, gótico, mudéjar, barroco, renacentista) que se construyeron en diferentes épocas. Si bien la fortificación original se levantó sobre un asentamiento romano, el Alcázar toma su aspecto actual bajo la influencia árabe, en 713. Luego de la Reconquista en 1248, se hicieron importantes reformas, incorporando al conjunto arquitectónico nuevos salones y palacios. Integrado por distintos jardines donde abundan los naranjos, palmeras, frondosa vegetación, patios con fuentes donde juega un papel fundamental el agua que refresca, da sosiego y armoniza el ambiente con su sonido al caer. El Alcázar sigue el modelo de ciudad palatina que se trae a occidente: es el palacio del Gobernador, es una ciudad dentro de la misma, no para la protección del pueblo sino del gobernante. El Real Alcázar aún sigue siendo utilizado por los Reyes de España cuando visitan a Sevilla.

 

El ingreso oficial se hace por la Puerta del León que comunica con el Patio del León. Hacia un costado se encuentra el Palacio del Yeso.

Allí se encuentra la Sala de la Justicia, sitio donde se impartían fallos y también el lugar en el cual se reunían los ministros, y seguidamente el Patio del Yeso.

La Sala de Justicia, en uno de los edificios más antiguos del Alcázar, es un recinto de formato cuadrado con muros con decoración en yesería que fusionan los estilos árabe y cristiano.

Además, en el centro de la sala se encontraba una fuente de mármol que se comunicaba por un canal con el Patio del Yeso, un espacio al aire libre rodeado de arquitectura árabe con un estanque central representando el valor que le conferían al agua.

 

Atravesamos los arcos de la muralla almohade del siglo XII y continuamos hacia el Patio de la Montería, debe su nombre porque era el punto de encuentro de los cazadores que esperaban al rey para ir a cazar.

Este es el espacio previo para acceder a diferentes construcciones de dos plantas: la Casa de la Contratación, el Palacio Gótico que comunicaba al Patio del Crucero y el Palacio Mudéjar, también denominado Palacio del Rey Don Pedro, una construcción de estilo árabe. 

La Casa de la Contratación era un lugar que estaba ligado a las operaciones mercantiles que tenía Sevilla con el Nuevo Mundo, trasladando sus funciones a Cádiz en el año 1717.

Las dimensiones actuales son reducidas en comparación con la que tenía antaño: hoy está integrada por el Cuarto del Almirante, una sala amplia de forma rectangular con numerosos cuadros de grandes dimensiones. En esta sala se llevan a cabo exposiciones artísticas y culturales, eventos, disertaciones,  presentaciones. En proximidades del Cuarto del Almirante se encuentra la Sala de Audiencias, un espacio que sorprende por su estética en muros y techo y las obras que allí se exponen, en especial La Virgen de los Mareantes o del Buen Aire, obra de Alejo Fernández (1521) ilustrando a la protectora de los navegantes y ante quien se encomendaban los marineros antes de partir hacia América. En la sala se destacan los muros entelados y decorados con escudos de navegantes, la yesería de la cenefa que da paso al maravilloso artesonado de madera policromada y dorada en el techo. 

 

El Palacio del Rey Don Pedro es una construcción del siglo XIV con un frente de dos plantas de estilos mudéjar y gótico que se complementan. Trabajaron en la monumental fachada los constructores islámicos que participaron en la construcción de la Alhambra de Granada, combinando elementos y formas cristianas y musulmanas. 

Cuenta en su interior con diferentes patios, pasillos y salas de logrados diseños realizados por albañiles musulmanes de Sevilla y de otras ciudades españolas.

 

 

Una vez adentro del Palacio se accede a El Vestíbulo, un espacio prolijamente decorado con azulejos y ornamentación de yesería en las paredes, que comunica con el Patio de las Doncellas a la izquierda y el Patio de las Muñecas a la derecha.

En torno a ellos se organizan los distintos salones y la Alcoba Real.

 

El Patio de las Muñecas era la zona destinada a la reina, ámbito privado de los reyes. Debe su nombre precisamente a las caras de muñecas realizadas en yeso en los arcos.

El Patio de Doncellas es un bello espacio con diseño arábigo característico en su conformación, con galerías decoradas que rodean el jardín y la alberca. En torno a este patio se organizaba la vida oficial del palacio.  

A pocos pasos de El Patio de Doncellas nos encontramos con el sorprendente Salón de los Embajadores, el Salón del Trono. Admiramos el diseño de sus paredes con logradas imágenes de yeso y azulejos, y la magnífica cúpula de media esfera dorada del siglo XV, un cielo de estrellas que simboliza el Universo, con motivos ornamentales musulmanes junto al escudo de Castilla y León. 

 

 

Nos dirigimos luego al Palacio Gótico, a los Baños de María de Padilla: es una cripta subterránea ubicada debajo del Patio del Crucero.

Se trata de bóvedas con temperatura y humedad propicias que se utilizaban en el período estival para hacer frente al calor imperante andaluz.

En la época de Alfonso X el Sabio, las bóvedas se modificaron al estilo gótico. 

Después de recorrer los fascinantes palacios con sus salones, pasillos y patios, llegamos a los Jardines del Alcázar, un verdadero vergel en pleno casco histórico de Sevilla.

Diferentes jardines de variados estilos que componen este espacio tan cuidado, protegido y prolijo, junto a diferentes estanques, fuentes, laberintos, esculturas, con las palmeras y vegetación que completan una hermosa imagen.

Lugar para disfrutar un momento apacible admirando la flora, escuchando el sonido del agua, tan característico de Andalucía, impregnado de una atmósfera romántica bien aprovechada por parejas que eligen tener los recuerdos fotográficos de su boda en estos espacios únicos.

A principios del siglo XVII, el arquitecto manierista italiano Vermondo Resta, transformó parte de la muralla almohade en una loggia, dando lugar a La Galería de los Grutescos, frente al Estanque de Mercurio y hasta el Jardín del Laberinto.

En la galería la roca simula emerger de la muralla y fundirse con la naturaleza. A modo de retablo con hornacinas, los muros están decorados con frescos con temática de la mitología clásica del pintor sevillano Diego Esquivel. Desde la galería superior se pueden apreciar unas maravillosas vistas de los jardines.

Hay muchísimo más por recorrer en el Real Alcázar de Sevilla. Bien vale la pena dedicarle una tarde completa.

Atravesamos el Apeadero y salimos hacia el Patio de Banderas (antiguo patio de armas del Alcázar), una plaza rodeada de casas en el Barrio Santa Cruz con aromáticos naranjos y la imagen de la Giralda de frente, confirmándonos que aún nos esperaba mucho más por descubrir en esta jornada en Sevilla.

 

Luego recorrimos el bello barrio Santa Cruz, la antigua Judería. La guía turística Marina Benítez Sánchez nos relató un poco de la historia de este lugar.

Tras vencer a los musulmanes y conquistar Sevilla en 1248  por Fernando III, la población judía comenzó a crecer llegando a ser esta ciudad el segundo territorio con más judíos de España después de Toledo, con unos 3000 habitantes. Se les concedieron mezquitas que convirtieron en sinagogas (las iglesias de Santa María la Blanca, de Santa Cruz, de San Bartolomé y el Convento de Madre de Dios, en la actualidad).

El rey manda amurallar el barrio judío por protección o control (depende como se quiera ver). La persecución judía en Sevilla comenzó a fines del siglo XIV con la revuelta antijudía de 1391 y, un siglo después, en 1492, los Reyes Católicos los expulsaron de todo el territorio español.

Es así que a partir del siglo XVI desaparece prácticamente la comunidad judía, muchos se trasladan a otros lugares de Europa y a América. Este barrio va quedando despoblado y empieza a llegar gente de alto poder adquisitivo, de la nobleza sevillana enriquecida por el comercio de ultramar, que decide asentarse aquí porque es un lugar estratégico muy cercano al centro de poder y al acueducto, considerando lo importante que era estar cerca del agua.

Todo se modifica y de lo que tenemos hoy en este barrio no queda nada en relación a la comunidad judía: pasó a ser una zona cuna de escritores y artistas donde proliferó lo cultural en diferentes órdenes, conocido como el Siglo de Oro Sevillano. A partir de este movimiento aparecen las Casas-Palacio sevillanas construidas en el siglo XVI.

Arribamos a la Plaza de Doña Elvira, una de las más lindas de Sevilla, con sus naranjos, los bares con sus mesas en los alrededores y la fuente la hace muy pintoresca y es una parada en el circuito de los turistas. Es un lugar que tiene referencia cultural y de escritores como en los textos de “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla. Una cerámica en el lugar refleja el motivo del nombre de la plaza: “Dice la tradición que en este lugar, antiguo Corral de Comedias de Doña Elvira, tuvo su sede la casa solariega del comendador de Calatrava, Don Gonzalo de Ulloa, padre de Doña Inés, y que la pluma de Don José Zorrilla, haciéndose eco de la leyenda, dio vida a la universal obra de Don Juan Tenorio”. 

La Giralda es la gran torre campanario de la Catedral de Sevilla, uno de los íconos de la ciudad y de la región. Es el centro de la fuerte influencia católica de la época, se hace una separación entre lo religioso y lo artístico.

El antiguo minarete musulmán de la Gran Mezquita de Sevilla comenzó a construirse por pedido de Abu Yaqub Yusuf en 1184. Cuatro siglos después se reconvierte en un campanario cristiano renacentista por obra del arquitecto Hernán Ruiz II, rematándola con una estatua femenina de bronce de 4 metros de altura que representa el Triunfo de la Fe, El Giraldillo, a modo de veleta y que da nombre a la torre.

La torre almohade es de planta cuadrada, cuenta  con rampas de ascenso (en lugar de escaleras) para permitir en su momento que el sultán pudiera subir con su caballo.

Si bien las cuatro caras no son idénticas, todas mantienen un mismo esquema decorativo sobrio y que se aligera a medida que se eleva la estructura, con arcos de herradura y de medio punto, semicirculares y polilobulados, alcanzando casi los 100 metros de altura. La Giralda tiene en total 24 campanas.

 

 

La Catedral de Santa María de la Sede es uno de los atractivos más destacados en un recorrido por Sevilla. Se construyó sobre la Gran Mezquita almohade del siglo XII, de la que se conservan el Patio de los Naranjos y el minarete, ahora torre campanario, La Giralda. Las obras de construcción de la  catedral cristiana comenzaron en 1401 y finalizaron un siglo después, hacia 1519.

 

Es la tercera iglesia cristiana en dimensiones, por detrás de San Pedro en Roma y de San Pablo en Londres y la catedral gótica más grande del mundo. En su interior hay patrimonio artístico de gran cuantía cultural. El conjunto de La Catedral, el Real Alcázar y el Archivo de Indias fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1987, y Bien de Valor Universal Excepcional en 2010. 

La Catedral tiene varias portadas: la Puerta de la Asunción, hace referencia a la Asunción de la Virgen y es la principal del templo, en la nave central; la Puerta del Perdón, de estilo mudéjar, fue la que se mantuvo de la mezquita original para ingresar al recinto almohade; la Puerta de la Concepción, que comunica con el Patio de los Naranjos; Puerta de las Campanillas, que conecta el comienzo de la Catedral con la Capilla Real; Puerta de San Miguel, cercana a la portada principal, la más antigua de la catedral, se hizo junto a su construcción, tiene imágenes del nacimiento de Jesucristo; la Puerta del Príncipe, la más transitada, por donde ingresan los turistas al sector cultural de la Catedral; la Puerta del Sagrario comunica el interior de la catedral con la barroca Iglesia del Sagrario; la Puerta del Lagarto, es la conexión de la Catedral con las galerías del Patio de los Naranjos, el hermoso jardín interior de la antigua mezquita.

 

El templo posee cinco naves más una de crucero con una disposición al estilo musulmán.

En el crucero está la Capilla Mayor y allí el maravilloso Retablo Mayor, considerado el más grande de los cristianos, de 18.20 metros de ancho por 27.80 metros de altura. Diseñado por el escultor flamenco Pieter Dancart en 1482, fue sucedido por otros artistas y finalizado en 1564.

Es un retablo gótico de 7 calles verticales y 5 horizontales, una obra que fue realizada en madera tallada por escultores españoles y flamencos, con más de 200 figuras de santos y 44 relieves, una escultura gótica de la Virgen de la Sede e imágenes de la vida de Cristo y de María. Al crucifijo del Calvario se lo conoce con el nombre de Cristo del Millón por el millón de gracias concedidas a Sevilla durante las épocas de epidemias. 

 

 

El Coro está ubicado en el crucero de la nave central frente a la Capilla Mayor, integrado sillería de dos cuerpos con 117 sitios de madera tallada con imágenes del Nuevo y Antiguo Testamento en estilo gótico mudéjar, destacándose en el frente una bella reja renacentista, obra de Fray Francisco de Salamanca.

Completan la vista de esta parte de la Catedral el órgano de doble tubo que se integra junto al Coro de manera armoniosa.           

La Capilla Real está ubicada en la cabecera de la Catedral, lujosamente decorada, de estilo renacentista se construyó en el siglo XVI, reemplazando a la Capilla anterior. Aquí se encuentran las tumbas reales de Fernando III de Castilla,  Alfonso X el Sabio, su madre Beatriz de Suabia y Pedro I de Castilla.

En las naves laterales se encuentran una serie de capillas donde hay importantes tesoros artísticos. Merece la pena recorrer en detalle cada una de estas maravillosas obras de arte.

 

 

Cercano a la Puerta de San Cristóbal o del Príncipe se encuentra el mausoleo de Cristóbal Colón, obra del arquitecto y escultor español Arturo Mélida.

Luego de morir Colón en 1506 en Valladolid, los restos mortales del descubridor de América fueron trasladados a distintos lugares hasta encontrar su última morada. Fue enterrado en la iglesia del Convento de San Francisco de Valladolid, trasladado en 1509 al Monasterio de la Cartuja de Sevilla. En 1537, según el testamento de su hijo Diego, los restos de ambos fueron llevados a la catedral de Santo Domingo (República Dominicana). En 1796 se lo transportó a La Habana (Cuba); allí encargaron a Mélida la obra sepulcral que estaría ubicada en la Catedral de La Habana, que comenzó a esculpir en 1892 y finalizó en 1902, ya tomando lugar en la Catedral de Sevilla pues los restos fueron trasladados por última vez en 1898 luego de la declaración de la Independencia de Cuba de España.

Llegamos a las Sacristías y Salas accesorias, de estilo renacentista del siglo XV, con obras de arte, pinturas, esculturas. La sala de ornamentos cuenta con una importante colección de reliquias y obras de orfebrería. El Antecabildo, un espacio cuadrado con paredes decoradas con escrituras del Viejo Testamento, imágenes de Moisés, bóvedas ornamentadas, entre otros relieves expuestos.

La Sala Capitular un espacio que sorprende por su arquitectura y la decoración de estilo renacentista y techo elíptico.

 

Accedimos a la Sacristía Mayor, un hermoso espacio arquitectónico donde visualizamos una obra fantástica como la Custodia de Arfe, de poco menos de 4 metros, de estilo renacentista. Este lugar tiene tres capillas y reconocidas obras de grandes artistas como San Leandro de Murillo, Descendimiento de Pedro Campaña, San Lorenzo de Zurbarán, la Virgen de la Merced de Roelas, San Ignacio de Alonso Vázquez, imagen de San Fernando de Roldan, orfebrería como las Tablas Alfonsíes, Reliquias de San Félix, San Celestino, San Servando, San Germán y San Florencio, entre otros.

 

Sevilla ha sido escenario de numerosas películas y series. Su imagen, sus lugares, sus paisajes, sus entornos naturales, su arquitectura, su patrimonio, su clima, su pasión, la predisposición en la provincia y en la región, su instalaciones han sido (y lo siguen siendo) atractivas para las producciones de la industria del cine y audiovisual.

Hace poco menos de un siglo que se rodó por primera vez en Sevilla y hasta ahora son más de 250 títulos los desarrollados en la provincia. Entre las primeras podemos mencionar a Currito de la Cruz (1925); El Embrujo de Sevilla (1930); Lawrence de Arabia (1962); Ese oscuro objeto de deseo, de Luis Buñuel (1977); Stars Wars Episodio II: El Ataque de los Clones de George Lucas (en 2002, donde el “Palacio del Reino de Naboo” tuvo lugar en la Plaza de España); Noche y Día, con Tom Cruise y Cameron Díaz (2010); 1492: La Conquista del Paraíso (1992); y series como 8 Apellidos Vascos (2014) y más recientemente,   el Real Alcázar de Sevilla fue la locación del reino de Dorne, bajo el poder de la familia Martell, en la serie Juego de Tronos. 

 

En el regreso al hotel cruzamos parte del casco histórico, hermosos y elegantes edificios, bellos monumentos, el Ayuntamiento, el edificio de la Adriática con su esquina redondeada una verdadera maravilla arquitectónica, la  zona peatonal con un gran devenir de gente. En la Plaza Nueva nos encontramos con distintos grupos de comunidades italianas residentes en Sevilla celebrando con sus trajes y bailes típicos, muy alegres y pintorescos.  

 

Luego del recorrido por el centro de Sevilla, nos dirigimos hacia Aníbal Restaurant, en el Barrio de Santa Cruz, pleno corazón turístico de la ciudad.

El restaurante está ubicado en la planta baja de un edificio señorial de estilo neoclásico construido por el afamado arquitecto Jacobo Gali y Lassaletta a finales del  siglo XIX. En el primer piso se encuentra actualmente la Casa Palacio Madre de Dios, apartamentos turísticos de lujo.

En cuanto entramos percibimos una atmósfera distendida pero sumamente cuidada. La parte de adelante está destinada al bar donde ofrecen tapas sevillanas y vinos, manteniendo el espíritu del lugar.

Dispone de distintos salones, cada uno ambientado en un continente. Estas áreas son ideales para eventos corporativos, sociales, presentaciones de productos, congresos. Los diferentes espacios brindan la privacidad necesaria  tanto para una reunión familiar íntima como para eventos de hasta 200 comensales tipo cóctel. Todo siguiendo una línea original de exquisita decoración donde predominan los colores cálidos y prevalece la luz natural del patio central, y se exhiben obras de arte urbano, en una atmósfera chill out y vanguardista.

 

Allí nos recibió su Maitre  & Event Manager Fernando Maillo, con quien conocimos más sobre la original propuesta de Aníbal Restaurant.

Aníbal Restaurant se creó para dar un concepto étnico de varios continentes. Disponemos de varios salones donde podemos acoger a diferentes tipos de eventos, tanto  corporativos como sociales. 

Hemos creado una carta donde podemos percibir los sabores culinarios de los distintos continentes. En nuestra cocina tenemos exponentes de tres de ellos -África, América y Asia- que ponen su corazón y crean esos platos maravillosos, sin perder el concepto sevillano de la tapa. En el sector de la entrada  des restaurant desarrollamos las tapas sevillanas para algo más informal, para reuniones de grupos de amigos, con el fin de no perder esa costumbre.

Fernando Maillo

 

En febrero de 2020 inauguraron la nueva carta Aníbal by Origins que está definida por los sabores de los cinco continentes: el Cous Cous y la Pastela Marroquí, el Ceviche Peruano,  la Guasacaca Venezolana, el Guacamole Mexicano, el Pad Thai Asiático, las estupendas carnes locales y otras sorpresas más, que se suman a las tradicionales tapas sevillanas.

La chef Pui es tailandesa, su mano derecha Zara es marroquí, y las acompaña Paula, oriunda del Perú.

Así, la cocina de Aníbal Restaurant se enriquece con la mixtura de la tradición gastronómica de tres continentes, sus ingredientes y sus sabores dando como resultado una cocina gourmet innovadora, internacional, divertida y sabrosa.

Tuvimos oportunidad de saborear Ensalada fresca con gambas, Sushi de solomillo de res e ibérico, Croquetas de jamón y de chipirones, Presa ibérica con patatas y pimientos y Crema de yogur con dulce de leche.

En nuestra visita pudimos confirmar que se cumple la premisa de Fermando Maillo: “Queremos que cada comensal se sienta como en casa”, tanto por  la calidez y el gran trato recibido, como por la calidad de los deliciosos sabores que completan la experiencia vivida. La cocina de vanguardia late en el corazón de Sevilla en Aníbal Restaurant.

 

Aníbal Restaurant
Calle Madre de Dios, 8 – Sevilla
Contacto: info@anibalrestaurant.com
Reservas: +34 672 448 578
www.anibalrestaurant.com  

 

 

Hotel Inglaterra: ubicación y terraza inmejorables

Estuvimos alojados en el Hotel Inglaterra 4*, un hospedaje de más de 160 años de trayectoria, uno de los más antiguos de España. Es toda una referencia en Sevilla y en Andalucía, y supo tener huéspedes ilustres entre los que se encontraban varios representantes de las casas reales de Europa y personalidades de la cultura.

Con una ubicación privilegiada en pleno centro de la ciudad, frente a la Plaza Nueva y al Ayuntamiento, el hotel Inglaterra está a pasos del casco histórico, la Catedral, el Alcázar y los principales atractivos que Sevilla ofrece.

Un hotel de lujo, elegante, con mobiliario de estilo y adaptado a estos tiempos, con buenos espacios para circular en la recepción y en la planta baja.

La habitación familiar es de amplias dimensiones, con confortables camas, mini bar, caja fuerte, aire acondicionado, servicio de WiFi. Espacioso baño completo revestido en mármoles, con doble lavabo, variados amenities alta gama, secador de pelo.

El desayuno buffet se sirve en un salón con vistas a la Plaza Nueva, con gran variedad de deliciosos productos, donde no faltan las opciones detox, la tradicional bollería y sabores de la gastronomía de Andalucía.

La terraza es un lugar magnífico para tomar un buen trago, un café o simplemente disfrutar de una increíble vista panorámica de la Plaza Nueva, contemplando la ciudad desde esa perspectiva con la imagen de fondo del Alcázar, la Catedral y la Giralda. Imperdibles variaciones cromáticas al caer la tarde y en especial por las noches, cuando el triángulo monumental se ilumina. Un espacio maravilloso para dar cierre a una jornada en Sevilla.

Hotel Inglaterra
Plaza Nueva, 7
Teléfono: +34 954 224 970
Contacto: info@hotelinglaterra.es
www.hotelinglaterra.es

 

 

El Tablao La Cantaora, una experiencia para vivir la pasión del flamenco

Quien va a Sevilla no puede perderse la oportunidad de vivir la experiencia del flamenco en un tradicional tablao, de su música, de su baile, de su sentir gitano. Muestra del patrimonio vivo andaluz, en 2010 UNESCO declaró al flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Disfrutamos un espectáculo en el Tablao Flamenco La Cantaora, un emprendimiento relativamente nuevo, hecho con mucho empuje por su creadora y directora Adela Torrejón y equipo.

Un espacio ubicado en la zona céntrica, muy bien montado, con buena disposición para ver el espectáculo, dedicada atención, un lugar para vivir el arte y la cultura del auténtico flamenco sevillano sin los excesos «for export», respetando la esencia y la improvisación de este arte popular que cuenta con destacados artistas de pura cepa.

La experiencia es imperdible: fue una hora de puro deleite en la que nos trasladamos por un momento a las raíces del flamenco del siglo XIX. Un cuadro emocionante por la calidad, la excelente interpretación y la pasión que expusieron el guitarrista, el bailaor y la bailaora, destacándose el cantaor Antonio Núñez ‘El Pulga’ con profundo sentimiento y la desgarradora fuerza del cante que nace de sus entrañas. Todos entregados completamente a un espectáculo que realmente nos conmovió por su arte, su inspiración y su performance.   

Se puede optar por disfrutar sólo del show de flamenco, show + copa, show + tapas o show con cena de tres pasos y postres, con platos gourmet de excelente calidad.

Recomendamos La Cantaora Tablao Flamenco, ámbito intimista donde apreciar el flamenco puro, el espontáneo, y en donde vivir la experiencia de la inspiración y la intensidad de sus artistas.

 

La Cantaora Tablao Flamenco
Calle Albareda 22,
Reservas:+34 622 724 872
Contacto: info@flamencolacantaora.com
www.flamencolacantaora.com

 

 

 

 

El Diario de Turismo agradece a la Consejería  de Turismo en Buenos Aires de la Embajada de España en Argentina, a la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía y al Consorcio de Turismo de Sevilla por la organización de todo nuestro recorrido por Andalucía en enero de 2020.

 

FRANCISCO SIMONE Y LUCIANA PERUZZO PARA EL DIARIO DE TURISMO